Coordinadora de Producto
En el mundo del marketing, los cambios son tan veloces como un scroll en TikTok. Pero hay algo que, a pesar de la evolución constante, sigue marcando la pauta: los influencers. Sí, esa figura híbrida entre creador, lider de opinión, celebridad, que logra que compremos una crema facial solo porque su piel se ve increíble. ¿Qué papel jugarán en 2025?
Spoiler alert: todavía tienen cuerda para rato… pero con matices.
La respuesta es sencilla: sí. Ya depende de ti si quieres cambiar el nombre de “influencer” a “líder de opinión” desde la perspectiva que lo veas, el beneficio de utilizarlos es su capacidad de segmentación de comunidades.
En un océano de anuncios digitales, los influencers guían a las marcas hacia comunidades específicas, con una voz que parece más auténtica que la típica voz en off de un comercial. No se trata solo de “mostrar productos”, sino de crear vínculos. Un influencer puede lograr que una marca se sienta cercana, humana, incluso confiable.
Además, su capacidad para mover audiencias específicas es muy buena. Por ejemplo, ¿Tu producto va dirigido a jóvenes interesados en sostenibilidad? Hay un influencer para eso. ¿Tu app está pensada para mamás primerizas? También hay uno para eso. Su capacidad de hipersegmentación es insuperable.
Sin embargo, también enfrentan retos significativos, como la saturación del mercado y la necesidad de mantenerse auténticos en un entorno donde los seguidores son cada vez más críticos.
Como todo fenómeno en auge, la saturación es real. Hoy en día, hay más influencers que panaderías en una ciudad grande. Y eso plantea varios retos:
Por eso, no basta con elegir al influencer más popular. Las marcas que triunfarán en 2025 serán las que busquen relaciones genuinas, no solo impresiones y likes.
¿Qué métricas valen?
Si algo está claro es que el enfoque debe evolucionar. Aquí algunas claves para no morir en el intento:
¿Eso quiere decir que perderás el control sobre lo que hará el influencer? … No.
Eso quiere decir que las recomendaciones de contenido que le des al influencer deben ser con base en datos para que no se sienta forzado. Por ejemplo, momentos de mayor engagement, el tipo de contenido más viables, longitud de copy, entre otras.
El marketing de influencers no está muerto ni de lejos, pero está mutando. Las reglas del juego ya no son las mismas de hace cinco años. Las marcas que entiendan esto, que elijan bien sus aliados y que apuesten por la creatividad y la autenticidad, serán las que brillen en este escenario.
Porque sí, los influencers siguen influyendo. Pero ahora, más que carisma, se necesita coherencia y conexión.
¿Por dónde empezar si no tengo un influencer?
Si aún no tienes a tu “partner in content”, no te preocupes. No necesitas recorrer Instagram como si buscaras a Wally. Hoy, gracias a herramientas como Goo, encontrar al influencer ideal es mucho más estratégico y menos basado en corazonadas.
Paso 1: Descubre
Aquí es donde empieza la magia. El módulo Influencer ID de Goo es como ese amigo que te conoce tan bien que sabe a quién deberías seguir en redes (y quién no). Esta herramienta te permite filtrar influenciadores por características clave como:
En vez de pasar horas analizando perfiles manualmente, Goo te muestra opciones que ya están alineadas con lo que tu marca necesita.
Paso 2: Afina tu decisión
Una vez tengas una lista de posibles candidatos, entra en acción Influencer Audit. Este módulo te da una visión profunda del influencer: no solo cuántos seguidores tiene, sino qué tan efectiva y auténtica es su conexión con ellos.
Lo mejor: te sugiere tipos de contenido ideales para esa colaboración. Por ejemplo, si un influencer funciona mejor con contenido lifestyle, te lo dirá. Si su audiencia responde mejor a reels o a historias interactivas, también lo sabrás.
Así que ya sabes: si no tienes un influencer aún, no necesitas suerte, necesitas estrategia. Y Goo tiene justo las herramientas para que empieces con el pie derecho.
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