Coordinadora de Marketing
Las marcas ya no compiten solo por ventas, compiten por el afecto también. En un mundo donde la atención se fragmenta entre miles de estímulos, quienes ganan no son siempre quienes gritan más fuerte, sino quienes logran formar una comunidad leal. Así nace una de las estrategias más poderosas (y emocionales) del marketing actual: crear fandoms alrededor de las marcas. Algo que comenzó como una cultura pop, se volvió estrategia de marketing.
Un fandom no es solo un grupo de personas con nombre: es una comunidad con una gran conexión emocional hacia una marca, producto, artista, película, saga de libros, serie o experiencia. Estas personas no solo consumen, participan activamente, defienden, comparten, crean contenido y se convierten en voceros naturales.
Ya no se trata solo de tener clientes; se trata de tener seguidores fieles, incluso apasionados.
Te comparto a continuación algunos de los fandoms más conocidos en diferentes categorías:
Los fandoms tienen muchos beneficios para tu marca, pero es importante tomar en cuenta que solo marcas que generan confianza, tienen seguidores fieles y generan experiencias por medio de sus productos logran generar la empatía suficiente con sus seguidores o clientes para lograr tener un fandom, no nacen de la noche a la mañana.
Los fandoms no se crean de la noche a la mañana, ni por accidente. Nacen cuando una marca logra traspasar la lógica de consumo y se convierte en parte de la vida, las emociones y el lenguaje de su comunidad. Para que esto ocurra, no basta con tener un buen producto: se necesita propósito, coherencia y una relación genuina con las personas. Estos son algunos elementos clave para construir un fandom que no solo compre, sino que crea y permanece.
Un propósito claro y honesto
Las marcas con causa, con valores reales y consistentes, tienen más probabilidades de crear un vínculo emocional.
Narrativas vivas
No es solo lo que vendes, es lo que cuentas. Las historias, el tono, los símbolos compartidos, todo suma para formar una identidad colectiva.
Espacios de participación
Un fandom necesita sentir que es parte de algo. Encuestas, dinámicas, co-creación de productos, comunidades digitales… todo ayuda a reforzar el lazo.
Constancia, no moda
Un fandom no se construye en un mes. Se construye con coherencia, conversación continua y la humildad de aceptar que los fans también moldean la marca.
Glossier: Nació de un blog y su comunidad fue clave para co-crear productos. Sus consumidoras se convirtieron en embajadoras reales, con voz en decisiones importantes, incluso hasta crear productos en conjuto velando por las diferentes necesidades nacidas de estos foros.
Starbucks: Ya lo sabemos, lo hemos escuchado mil veces, pero Starbucks no vende solo café, vende pertenencia. Sus bebidas personalizadas, lenguaje propio y espacios en redes han generado toda una identidad cultural, dejando que su comunidad personalice sus bebidas de forma especial y escuchando sus sugerencias para sabores nuevos.
Apple: Su comunidad de fans es muy activa. Defienden la marca con todas sus fuerzas en las diferentes redes sociales, no importa si el producto cambia, si le faltan features, si los colores no son diferentes, los fans de Apple defienden todos los productos, los compran cada vez que sale uno nuevo y hasta los coleccionan.
Nike: Su fandom conocido como “sneakerheads” no son simples compradores, son coleccionistas con comunidades activas en foros y redes. Nike crea ediciones limitadas para crear expectativa, reventas y cultura.
Las marcas que inspiran, pertenecen. Los fandoms no son una táctica más, son el resultado de hacer marketing con alma, escuchando a las personas y creando vínculos genuinos. En un mundo que busca conexión, las marcas que sepan construir comunidad, pertenencia y emoción, serán las que trasciendan.
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