Productos y servicios destinados a mejorar y complementar la forma en que las personas viven, se caracteriza por abordar las preferencias, valores y aspiraciones individuales, ofreciendo soluciones que van más allá de la funcionalidad básica.
Al centrarse en la expresión personal y la conexión emocional, se convierte en un motor para el desarrollo de productos que no solo satisfacen necesidades prácticas, sino que también enriquecen la calidad de vida y reflejan la identidad del consumidor.